Decimo libro de la saga Razas de Medianoche
En el centro de la búsqueda de la Orden está Sterling Chase, una vez un moralmente rígido ejecutor de la ley de la Raza, ahora un guerrero caído de la gracia, cuya mayor batalla es la que librara contra su propia naturaleza salvaje. Con la adicción atrayéndolo hacia la oscuridad eterna, el camino a la redención de Chase nunca ha parecido más fuera de su alcance, hasta que se siente atraído por una mujer joven y bella que puede ser mucho más de lo que parece...
Atrapada en un torbellino de intriga y peligro que no puede ni resistir ni comprender, Tavia no sabe en quién confiar. Y mientras que todo lo sano y lógico le advierte en contra de acercarse a Chase, no puede negar que el macho apuesto y profundamente atormentado despierta algo primitivo y voraz en su interior. Pero aun cuando se entrega a sus deseos, nada puede prepararla para la terrible verdad de quién —y qué— ella realmente es.
Cuando el enemigo de la Orden se moviliza para la batalla de todos los tiempos, Dragos y sus Subordinados desatan un infierno en la Tierra como nada que se haya sido visto antes, Chase y Tavia se ven envueltos en el corazón de la violencia. Sin tiempo que perder y las calles teñidas con el rojo de la sangre de vidas inocentes, tanto en la Raza como humanas, juntos Chase y Tavia deben encontrar una manera de derrotar a Dragos de una vez por todas, o morir en el intento.
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